A partir de junio del 2022 ya es legal comprar cannabis con fines recreativos en 19 estados de la unión americana (con una población total de 150 millones de estadounidenses). Como resultado, la industria del cannabis se ha convertido en un mega gigante multimillonario y como resultado ahora hay más formas de consumir cannabis que nunca, mientras que en México a partir del 31 de mayo pasado está prohibida la circulación y comercialización de vaporizadores y demás sistemas electrónicos de nicotina.
De acuerdo con lo señalado en el documento se “prohíbe la circulación y comercialización en el interior de la República, cualquiera que sea su procedencia, de los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina, Sistemas Similares sin Nicotina, Sistemas Alternativos de Consumo de Nicotina, cigarrillos electrónicos y dispositivos vaporizadores con usos similares, así como las soluciones y mezclas utilizadas en dichos sistemas”.
Estos productos contienen niveles importantes de metales como cadmio, níquel, plomo, entre otros, los cuales representan un riesgo a la salud.
Las comisiones advierten sobre los riesgos de consumir estos productos, destacando que un cartucho que contiene 5% de sal de nicotina es equivalente a entre uno y tres paquetes de cigarrillos. Estas altas concentraciones de nicotina tienen efectos adversos a largo plazo en el desarrollo del cerebro de niños, niñas, adolescentes y fetos en formación.
Causó sorpresa entre legisladores, académicos y empresarios relacionados con la venta de vapeadores la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de prohibir la circulación y comercialización de esos dispositivos, mas no su uso.
Una alternativa popular a fumar es el vapeo, que utiliza un dispositivo electrónico para vaporizar la flor o el concentrado de cannabis.
¿Cuál es la diferencia entre el aceite de vapeo de los cartuchos y la flor vaporizada de hierbas secas? Vaporizar la flor seca no tiene riesgos, pero vaporizar cartuchos no regulados si. La mejor manera de administrar tus cannabinoides es vaporizando la flor seca.
Los vaporizadores de hierbas secas funcionan de manera diferente a sus contrapartes de aceite. Los vaporizadores de hierbas secas tienen una cámara de calentamiento en la que se coloca la flor seca. Cuando la unidad está encendida, la cámara se calienta a una temperatura establecida y mantiene esa temperatura durante un período de tiempo determinado.
Según un estudio realizado por NIH, los vaporizadores de hierba seca resultan en un método viable de reducción de daños. Ciertamente es más saludable que fumar cannabis, y es aparentemente más seguro que vapear aceite.
La revista Insider publicó un artículo sobre la ola de enfermedades relacionadas con el vapeo. En dicho artículo, señalan lo mismo que muchos han estado diciendo con tanta frecuencia. Estas enfermedades se deben a los vaporizadores de aceite. No se deben a los vaporizadores de hierba seca. Insider dice que usar un vaporizador de flor sigue siendo más seguro que fumar cannabis.
Los vaporizadores de hierbas secas funcionan de manera diferente a sus contrapartes de aceite. Los vaporizadores de hierbas secas tienen una cámara de calentamiento en la que se coloca la flor seca. Cuando la unidad está encendida, la cámara se calienta a una temperatura establecida y mantiene esa temperatura durante un período de tiempo determinado.
Son básicamente hornos en miniatura hechos para vaporizar su flor. La ciencia detrás de esto es bastante simple. A altas temperaturas, la flor seca se quemará, creando humo. Sin embargo, mantener una temperatura alta sin llegar al punto de combustión hace que la flor se vaporice. Los vaporizadores de hierbas secas operan dentro de ese rango de temperatura, creando vapor en lugar de humo.
Vapear puede ser inclusive más dañino que fumar tabaco. Los dispositivos electrónicos de vaporización vienen en muchas formas y tamaños y se pueden usar para vaporizar flores secas o un extracto de cannabis concentrado que puede o no mezclarse con terpenos adicionales y un medio como el aceite de coco o palma purificados. Todos estos métodos usan calor, y pueden denominarse “vapeo” o “vapear”.
Los dispositivos de vapeo están diseñados para calentarse a una temperatura específica, que hierve los ingredientes para crear un vapor cargado con los productos químicos activos. Esto suena mejor que fumar porque sabemos que el humo es el resultado de una combustión que produce sustancias poco saludables, por lo que un vapor sin productos de combustión suena más saludable pero no lo es.
La investigación ha demostrado que el vapeo de tabaco, aún está relacionado con asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y problemas cardiovasculares, a pesar de que no hay combustión.
El uso de cigarrillos electrónicos ha aumentado rápidamente entre fumadores, así como entre los jóvenes que nunca han fumado. Los efectos a largo plazo en la salud son desconocidos, y los estudios preclínicos y clínicos emergentes sugieren que los cigarrillos electrónicos pueden no ser inofensivos y pueden causar alteraciones celulares análogas al humo de tabaco tradicional.
La composición química del aerosol producido por los cigarrillos electrónicos varía según parámetros como el dispositivo, el voltaje utilizado y la composición del e-líquido. En comparación con el humo del tabaco, muchos de los compuestos que se encuentran en los aerosoles de los cigarrillos electrónicos se consideran tóxicos o cancerígenos, incluidos los aldehídos, los metales pesados y los TSNA. Los estudios actuales sugieren que incluso el uso de cigarrillos electrónicos a corto plazo causa efectos similares al humo del tabaco, incluida la inflamación celular, la apoptosis, el estrés oxidativo y el daño al ADN.
La evidencia empírica hasta la fecha indica que, en relación con fumar, vaporizar cannabis puede reducir significativamente el nivel de toxinas cancerígenas inhaladas que cuando hay combustión (Polosa, 2015; Van Dam y Earleywine, 2010), aunque se desconocen los efectos de reducción de daños a largo plazo asociados con la vaporización.
FUENTE: